El Kun Agüero se retira del fútbol por sus problemas cardíacos: «Es un momento muy duro»

Ya es oficial: Sergio Agüero dice adiós al fútbol de élite por sus problemas cardíacos.

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Fato: El País

Ya es oficial: el Kun Agüero cuelga las botas definitivamente. Los problemas cardíacos subyacentes después de la arritmia que sufrió durante el partido contra el Alavés a finales de octubre le han abocado a la retirada: el delantero argentino no puede seguir siendo futbolista de élite, por lo que ha decidido parar.

«He decidido dejar de jugar al fútbol profesional», decía entre lágrimas el jugador argentino que comparece junto al presidente del Barcelona. «Primero es mi salud, ya saben porqué tomé esta decisión. Ya saben el problema que tuve hace mes y pico. Estuve en buenas manos de los médicos, me han dicho que lo mejor era dejar de jugar y he tomado esta decisión hace una semana o 10 días», añadía en la rueda de prensa, visiblemente emocionado.

Tardó un minuto en poder hablar

Durante la rueda de prensa del jugador argentino se han vivido momentos de emoción en el Camp Nou. También le ha sido difícil anunciar su retirada para el Kun Agüero,quién ha agradecido y recordado a los clubes por los que ha pasado. De hecho, tardó casi un minuto en poder empezar a hablar.

«Es un momento muy duro […] Hice todo lo posible para a ver si había alguna esperanza pero no ha habido muchas. Estoy orgulloso o feliz por mi carrera. Desde los 5 años he soñado jugar a fútbol, estar en Primera, nunca pensé en llegar a Europa. Agradecer a Independiente, a Atlético de Madrid, que apostó cuando tenía 18 años, la gente del City, que ya saben lo que siento, he dejado lo mejor. A los del Barça, ha sido increíble, sabía que venía a uno de los mejores clubes del mundo, pero las cosas pasan por algo. Y a la Selección, que es lo que más amo», ha apostillado.

Una carrera de éxito

Agüero pone así fin a una carrera que le llevó a tocar la gloria en el Manchester City, donde se convirtió en su máximo goleador histórico con 84 tantos. Salido de la cantera de Independiente, fue su fichaje por el Atlético de Madrid lo que le convirtió en un fenómeno en el fútbol europeo. Tras cinco temporadas en el club colchonero, el Kun fichó por el City, donde militó diez exitosas temporadas.

En agosto de 2021 fichó por el Barcelona en un intento de la entidad azulgrana por atraer a jugadores con los que Leo Messi estuviera más cómodo para intentar convencerle de una renovación que, finalmente, no se produjo. Además, el Kun llegó lesionado y tras recuperarse apenas ha disputado solo cinco partidos (cuatro de Liga y uno de Champions); su único gol como azulgrana ha sido contra el Real Madrid.

Tras consumarse su retirada, el Barça pierde a un delantero que debía aportar parte de los goles perdidos con la salida de su amigo Leo Messi y del galo Antoine Griezmann. El Kun había firmado por dos años con la entidad culé.

Fuente: Cadena 3

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El Mundo

Pelé padece «cáncer generalizado» y será tratado con quimioterapia

El eterno crack del seleccionado ‘verdeamarelho’ y del Santos tiene “un tumor en el intestino, otro en el hígado y el comienzo de un tercero en el pulmón”.

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Pelé, astro futbolístico brasileño, está afectado por un “cáncer generalizado” en tres órganos y será tratado con sesiones de quimioterapia para intentar mejorar su cuadro de salud.

De acuerdo a lo informado en la noche de este viernes por la señal de cable ESPN, ‘O Rei’, de 81 años y considerado uno de los mejores futbolistas de la historia, regresó esta semana al Hospital Albert Einstein de San Pablo para ser tratado “por los distintos tumores que lo aquejan”.

En principio, el eterno crack del seleccionado ‘verdeamarelho’ y del Santos tiene “un tumor en el intestino, otro en el hígado y el comienzo de un tercero en el pulmón”.

La preocupación de los médicos que lo atienden está dada en el hecho de que la malformación en el hígado “no podría ser extirpada quirúrgicamente”, lo que obligará a que le suministren quimioterapia en forma periódica para evitar “que los tumores se propaguen por todo el cuerpo”.

Pese a lo apuntado, Pelé estuvo internado este miércoles y jueves en el Einstein de San Pablo y fue “dado de alta”, según el parte médico suministrado por los doctores Fabio Nasri, René Gansl y Miguel Cendoroglo Neto.

En septiembre pasado, a Pelé se le diagnosticó un tumor en el colon, por lo que fue operado para extirpárselo.

En diciembre, el tres veces campeón mundial con el seleccionado de Brasil (Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970) volvió a la Unidad de Cuidados Intensivos para proseguir el tratamiento en los intestinos.

Fuente. Telam

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El Mundo

El golazo de Messi en el PCG frente al City

La reaparición del volante desatasca el juego del equipo francés y conecta a sus estrellas frente a un City que dominó sin rematar. “Hemos logrado algo importante”, dice el argentino

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Lionel Messi hizo estallar este martes al Parque de los Príncipes en un grito unánime. Tembló el hormigón bajo la vibración de la multitud que llenaba el viejo estadio de París, rendida por fin al diez, que marcó su primer gol para el Paris Saint-Germain, el gol definitivo del partido que todos esperaban como la prueba irrefutable de que el proyecto más desaforado de la década funcionaba. La victoria sobre el Manchester City por 2-0 no fue el triunfo de la posesión, ni de la armonía perfecta, ni siquiera fue un éxito rotundo de Messi ante un adversario valeroso. La figura del mejor partido del PSG en lo que va de campaña fue Verratti, gestor de los dos goles de su equipo y personaje central de la celebración de Messi, que tras anotar corrió a abrazarlo como señalándole a los hinchas y a los jeques que ahí estaba su gran cómplice.

“Estoy enamorado de Verratti”, proclamó Guardiola, en la sala de conferencias, al acabar la jornada. “Bajo presión él siempre tiene un toque más si necesita encontrar a su compañero libre. Me gusta su carácter. No es un jugador de pases largos pero a la hora de construir el juego siempre puedes contar con él. En la segunda mitad Kevin [de Bruyne] lo ha controlado, pero en la primera ha estado un poco blando”

Como los reactivos que revelan la presencia de sustancias químicas de otro modo invisibles, Marco Verratti levantó el velo y la hinchada del PSG descubrió el esplendor de Neymar, Mbappé y Messi, repentinamente iluminados por el pase limpio del pequeño mediocentro italiano. Lesionado desde el 5 de septiembre, Verratti reapareció en la noche más señalada y el equipo se transformó a su dictado. Este martes contra el City en el Parque de los Príncipes como en marzo contra el Barcelona en el Camp Nou, el proceso resultó parecido.

No es ningún secreto insondable. La fórmula remite a las leyes más viejas del juego. Ningún equipo ha sido grande sin un centrocampista grande. Este PSG señalado por los particularismos y diseñado por lejanos príncipes que sueñan con lambrettas tampoco puede eludir el peso de la norma. Por más que lo habite una colección de los mejores atacantes imaginables, la máquina nunca funcionó bien sin la intervención sencilla de este pequeño futbolista que no hace goles, ni dribla, ni integra el catálogo adorado de los iconos cuya imagen anhelan los fabricantes multinacionales de bienes de consumo.

Verratti no ha sido ajeno a distracciones mundanas. Es responsable de haber conducido una carrera irregular. Las lesiones han hecho el resto. Pero le sobra talento. Lo supieron los jugadores del City, que saltaron a la hierba de París alentados por las órdenes atrevidas que suele impartirles Guardiola en la Premier. Avanzaron todos como una falange a hostigar a sus contrincantes hasta meterlos en su área en base a esfuerzo, tesón, y disciplina. El acordeón se movió uniforme de banda a banda y de raya a raya, pulsado por un Rodri espléndido. Puestos a salir jugando con la intención de no desperdiciar la pelota, Marquinhos, Kimpembe, Herrera y Gueye se vieron ahogados por el asalto mano a mano de sus oponentes Sterling, Silva, Mahrez o Grealish, según quién ocupara la zona. Los duelos se sucedieron con gran frecuencia en el arranque del encuentro, cuando todos tenían más energía. Contra su costumbre, entusiasmados por la trascendencia del cartel, hasta Neymar, Messi y Mbappé se implicaron generosos en tareas de mantenimiento. El mediocampo se superpobló.

Messi celebra con Neymar el segundo gol del PSG contra el Manchester City.GONZALO FUENTES / REUTERS

Pochettino les había exigido coraje a sus jugadores. Valor para evitar la salida fácil del balón largo y para buscar al compañero con pases cuidados, porque así, si lograban romper el primer anillo de presión, encontrarían huecos en el segundo para avanzar con más holgura. La teoría habría sido impracticable de no aparecer Verratti. Su duelo con De Bruyne tuvo un perdedor inapelable. Cada vez que el belga llegó medio segundo tarde a presionarlo, Verratti le escondió la pelota, a él y a quien hiciera falta. Nadie dio más problemas al City, obligado con cada uno de sus pases rompedores a replegarse más de lo que deseaba.

Cuando se hizo con la pelota, Verratti la protegió con un repertorio de giros que le hizo indetectable. Su entrega a Mbappé antes de los diez minutos descubrió para el punta un abanico de posibilidades en el sector derecho, en donde sus combinaciones con Hakimi fueron demasiado rápido para Rodri y Cancelo. El centro fue a Neymar, que engañó a Dias con un taconazo en el punto de penalti. Por detrás llegó Gueye, definidor inesperado en una noche que premió a los volantes.

El Manchester City se rebeló contra el 1-0 que reflejaba el marcador repitiendo su programa. Lanzado al asedio durante 80 minutos sin tregua, el equipo de Guardiola llevó el partido a la garganta del área rival. Hasta ahí dispuso de campo y tiempo para manejar todos los trámites que conducen al gol, menos el último. Porque salvo en dos tiros al palo consecutivos de Sterling y Silva, a este ejército de mediapuntas les faltó un rematador que acertara en la red alguno de los 17 disparos que produjo aprovechando que a Verratti se le acababa el combustible, igual que a Messi, que daba la impresión de llegar tarde a todas las jugadas, sin forma ni ritmo, hasta que en el punto más incierto de la noche, cuando el PSG se ponía en manos del reparto que ordenaba Donnaruma, el mediocampista y su nuevo socio provocaron un contragolpe.

Verratti, Messi, Mbappé de tacón y Messi, trazaron la secuencia en la trayectoria de la pelota. El último toque, un zurdazo retorcido, envió el proyectil lejos del portero. El gol hizo temblar a la multitud, atronadora en su “¡Meeeeesiiii, Meeeesiiii, Meeeesiiiiii…!”.

Fuente: EL PAÍS

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