Milei imprimió una impensada moderación a su discurso ante empresarios

No habló de dolarización ni de eliminar el Banco Central

Javier Milei participó de un almuerzo en el Hotel Alvear con decenas de ejecutivos organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), un foro compuesto por los directivos de las principales cámaras empresarias.

El titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja le transmitió las cinco preguntas elaboradas por el Grupo de los Seis –G6- que reúne a los principales empresarios del país.

Milei comenzó su exposición diciendo que «Argentina está frente a la peor crisis de la historia porque combina elementos del Rodrigazo, de la hiperinflación de 1989 y de la crisis del 2001».

El líder de LLA alertó sobre el crecimiento de la inflación y advirtió: «Podemos llegar a un 1800, un 2000 por ciento que generaría más pobres». La solución» de los problemas macroeconómicos «es de shock».y anticipó que, si gana, la estabilización se alcanzará al resolver el problema de las Leliqs y del déficit fiscal.

A la consulta  sobre su política exterior, les dijo a los empresarios: «Sigan haciendo todos los negocios que quieran con Brasil y China, pero yo nunca voy a ser un aliado de los comunistas. Voy a estar aliado a los Estados Unidos e Israel”, lo que produjo un estruendoso aplauso del auditorio.   

En cuanto a la obra pública les pidió a los empresarios que no se dejen engañar “con eso de que la obra pública genera empleo. No es cierto que crea empleo, lo que hace es trasladarlo de un lado a otro. En el mejor de los casos traslada», apuntó. Y volvió a sugerir que en caso de ser elegido presidente se inclinará por un «modelo a la chilena, de iniciativa privada». «Lo vamos a hacer con el modelo chileno. Miren del otro lado de la cordillera, funciona bárbaro. No es apto para corruptos», añadió.